La consciencia de cada vez más mujeres en relación a las toxinas y otros componentes dañinos que forman parte de los ingredientes empleados en la fabricación de las compresas y tampones desechables comerciales está progresivamente traduciéndose en un cambio social, donde además de los beneficios al medio ambiente (menos desechos durante la vida cíclica de la mujer) se exaltan los cambios en la salud ginecológica y reproductiva de las mujeres y grandes ventajas financieras cuando hacemos el cambio hacia productos como la copa menstrual, las compresas de tela y los productos de higiene menstrual desechables hechos con algodón orgánico.

El siguiente paso en este despertar de consciencia colectivo e individual es la Menstruación o Sangrado Libre y consiste en la capacidad de retener y dejar fluir nuestra Luna a voluntad gracias a nuestra destreza, comprensión y conexión con toda nuestra estructura pélvica, incluyendo por supuesto cada músculo, fascia y ligamento. La retención de la sangre menstrual, a diferencia de lo que se dice por ahí, no es dañina, ya que el proceso de atención a las señales neuromusculares involucradas facilitan que tú sepas exactamente cuándo es necesario acercarte al WC para evacuarla.

La práctica del Sangrado Libre es ancestral y se emplea aún en grupos nativos de muchas culturas, precediendo con mucho a los famosos ejercicios Kegel que salieron a la luz en los años 40 y que promueven las contracciones vaginales como respuesta a suelos pélvicos con baja o nula tonicidad después de un parto vaginal, por ejemplo, o de un cambio drástico en tu peso corporal. El conocimiento del llamado “cuenco pélvico” ha avanzado dramáticamente desde los Kegel, haciéndolos insuficientes y hasta potencialmente dañinos ya que su énfasis es en el fortalecimiento del suelo pélvico.

Lograr tener un cuenco y suelo pélvico en estado óptimo involucra así no solamente su fortalecimiento, sino también su relajación y flexibilidad conscientes y activas además de expander nuestras nociones de suelo pélvico para incluir los complejos sistemas de músculos, ligamentos y fascias con los cuales trabaja en sintonía, tales como los glúteos y el hueso sacro entre otros.

En otras palabras, un suelo pélvico demasiado ejercitado es tan problemático como uno que carece de tono y fuerza.

El Sangrado Libre requiere así un proceso de conscientización, un camino de auto-conocimiento y desarrollo de destreza muscular integral que nos dejará beneficios múltiples más allá de los ahorros en la compra de compresas y menstruaciones menos dolorosas. El proceso encaminado a lograr un Sangrado Libre incluye tomar las riendas de nuestra salud ginecológica y de nuestro placer en todos los sentidos, a una sensibilidad acrecentada de toda esta parte de nuestro cuerpo que incrementa el goce sexual, extiende la duración y la calidad de los orgasmos, elimina la resequedad vaginal y las infecciones entre otros muchos beneficios.

El trabajo integral y armonioso de cuenco pélvico es un regalo que reciben las participantes en nuestro taller de Iniciación al Huevo Yoni, ya que nuestros ejercicios y meditaciones promueven el equilibrio óptimo entre fuerza y relajamiento de nuestro suelo pélvico.

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