Traducción y adaptación del artículo original (y desde entonces borrado) publicado aquí.
Traductoras: Mayella Almazán Arreola y Claire McGrath
☾ MEDICINA ANCESTRAL MAYA
Los baños de vapor vaginales o del yoni son un antiguo tratamiento para las mujeres utilizado por las parteras y los curanderos tradicionales mayas en América Central y del Sur. Rosita Arvigo, maestra de la medicina Maya, quien ha llevado esta técnica al el mundo angloparlante,nos recuerda este antiguo tratamiento olvidado que cualquier mujer puede usar en casa, también conocidos como BAJOS en América del Sur y Centroamérica o como CHAI-YOK en Corea. Conforme a la tradición coreana y maya, estos baños se dice que ayudan con infecciones locales, regulan el ciclo menstrual y ayudan a reducir hemorroides.
La práctica se menciona en las primeras crónicas de los frailes españoles que se tomaron tiempo para registrar las prácticas curativas de los mayas y los aztecas. Los baños vaginales de vapor son un tratamiento común y efectivo para muchas de las dolencias femeninas, sobre todo los de carácter grave o crónico. Sin embargo, no necesitas tener algún problema menstrual para practicarlos, se pueden también realizar como un tratamiento por gusto, placer, como un bello mimo y cuidado de nuestro cuerpo. Las parteras las recomiendan después de 1-9 días después del parto, dependiendo de la preferencia personal y la condición de salud de cada mujer. Son excelentes para la dismenorrea, amenorrea, los quistes ováricos, los fibromas cervicales y como ayuda para la salud en general para evitar cualquiera de esas dolencias.
CONTRAINDICACIONES
- Antes de la menarquia (primera menstruación)
- Durante el sangrado
- En caso de heridas sin sanar, desgarros o fisuras perineales, vulvares, vaginales o anales, puntos, o cuando hay una infección de herpes presente
- En caso de menorragia (sangrado anormalmente intenso o prolongado)
- Cuando hay una infección presente (en este caso se recomienda que se hacen los baños de forma preventiva cuando la infección no está presente)
- Si tienes un DIU (dispositivo intrauterino)
- En caso de miomas (Para ver el protocolo recomendado para miomas, visita esta página)
- Después de inseminación si están intentando embarazarse
- Durante el embarazo
- El uso de aceites esenciales
¿HIERBAS TÓXICAS EN MI VAGINA? NO, GRACIAS.
Los daños ambientales y de salud provocados por el uso de productos de higiene femeninos tóxicos como los tampones y las compresas femeninas comerciales son bien conocidos. Este video, por ejemplo, te muestra lo que sucede cuando quemamos una compresa femenina comercial y otra hecha con ingredientes naturales orgánicos/biológicos.
El motivo de alarma es el hecho de que si bien la piel es el órgano más grande del cuerpo y el más delgado también. La piel es también extremadamente permeable, en particular la piel dentro y alrededor de la vulva y la vagina, de forma que casi todo lo que tiene contacto con nuestra piel llega a nuestro torrente sanguíneo en cuestión de segundos y de ahí se distribuye por todo el cuerpo.
Por eso nuestro lema en Yo Soy Gaia® es: “no te pongas en el cuerpo algo que no estarías dispuesta a comerte si fuese necesario“. Los químicos que absorbemos a través de la piel pueden incluso ser más dañinos que aquellos que comemos o bebemos, ya que en el estómago y en la saliva, al menos existen enzimas que nos defienden y bloquean ciertos químicos indeseables hasta cierto punto, pero la piel no cuenta con esta protección. Una vez que han ingresado a tu cuerpo, los tóxicos además se acumulan ya que normalmente no contamos con los elementos necesarios en la piel para eliminarlos.
La abundancia de flora en nuestros países lamentablemente no siempre refleja las mejores prácticas de salud o sustentabilidad y muchos productos naturales que llegan a nuestras manos después de haber recibido fertilizantes y pesticidas químicos tóxicos o aguas negras, mismas que son difíciles de eliminar de las hojas y flores herbales, incluso lavándolas, pues los desinfectantes en ocasiones empleados para lavar las frutas y verduras contienen en sí químicos indeseables para la vagina.
LA BOTICA AROMÁTICA YO SOY GAIA®
La creación de nuestros productos es un reflejo de la ética profesional que nos distingue en todos los productos y servicios ofrecidos por Yo Soy Gaia®: calidad y pureza óptima como señal del amor y respeto a nosotras mismas, a nuestro cuerpo y a la Madre Tierra de quien recibimos estos regalos.
La búsqueda de hierbas y flores orgánicas/biológicas para conjuntar nuestros productos y mezclas ha sido el resultado de una ardua labor de investigación y búsqueda que nos llevó meses y docenas de llamadas telefónicas y correos electrónicos a distintos proveedores y productores en búsqueda de los ingredientes de la calidad que requerimos.
Tomamos inspiración y las bases teóricas y prácticas para nuestro modelo de selección de materia prima, producción y desarrollo de productos orgánicos de Yo Soy Gaia® de diversos sistemas europeos, notablemente, de la asociación británica Soil Association, la primera agrupación profesional dedicada a la certificación de productos orgánicos en el mundo y la que cuenta también con los estándares de control más altos.
Nuestros parámetros de calidad se basan en nuestra convicción de que lo que es bueno para la Madre Tierra es bueno para la humanidad. En este sentido, estamos en sincronía con la cantidad cada vez mayor de personas por todo el mundo que está re-descubriendo el valor de los métodos de cultivo que empleaban nuestros ancestros, donde el uso de fertilizantes y pesticidas era poco frecuente y cuando se empleaba era de origen natural.
La industrialización y demandas cada vez mayores de una sociedad consumista nos alejaron de esta forma de producción de alimentos, haciéndonos cada vez más dependientes de químicos artificiales para abonar y desparasitar nuestras plantas y hortalizas. Es ahora bien sabido, sin embargo, que el uso indiscriminado de estos tóxicos ha tenido consecuencias indeseables en nuestra salud como individuos, pero también en la salud y bienestar de la Tierra misma.
Dependiendo del químico en cuestión, nuestra piel absorbe en 20 SEGUNDOS lo que pongamos sobre ella, llámese crema, jabón, champú, etc. A diferencia del estómago, que procesa y hasta cierto punto elimina de nuestros alimentos todas las toxinas y químicos dañinos contenidos en los alimentos durante el proceso de digestión, la piel no cuenta con este sistema de defensa. Aunado a esto, la piel vaginal es mucho más delgada que aquella en otras partes del cuerpo, haciéndola aún más sensible y abierta al ataque de agentes nocivos.