El ginecólogo chino del siglo XVII Fu Quing Zhu escribió en su libro Fu Quing Zhu Nu Ke: la sangre menstrual no es Sangre, sino Agua Celestial, que se origina en los Riñones. […] Es roja como la sangre, pero no es sangre. Por eso se llama Agua Celestial. El Nei Jing dice: “Celestial” indica el descenso del Verdadero Chi del Cielo; “Gui” indica Agua como las nubes del cielo que generan agua. En los Riñones almacenamos nuestro Chi y nuestro Jing, o Esencia, y, por lo tanto, son los responsables de nuestro crecimiento y desarrollo. La sangre menstrual no es sólo una descarga mensual de materia de desecho del Útero. Es la Esencia, la energía vital que necesitamos para vivir.

La meditación de la Sonrisa Interior es una de las primeras prácticas taoístas que se aprende y quizá la más importante. En la China antigua, los maestros taoístas conocían bien el poder de la sonrisa para mover el Chi y descubrieron en la Sonrisa Interior la clave de la apertura hacia el universo de la comunicación con nosotros mismos a través de los sentidos.

Los ejercicios de Kegel originalmente fueron ideados por el Dr. Arnold Kegel para fortalecer los músculos vaginales y los del suelo pélvico. El suelo pélvico es un sistema de músculos y ligamentos que cierran el suelo del abdomen manteniendo en posición correcta y en suspensión la vejiga, el útero y el recto en contra de la fuerza de la gravedad.

Los tres centros principales de energía femenina son la glándula pituitaria que regula las hormonas y la cantidad de luz espiritual que puedes sostener, el centro del corazón que está conectado con los pechos y las manos, y que contiene la abundancia y la generosidad , el amor desinteresado y el amor incondicional; y el útero, que es el centro de nuestra relación con la tierra, el mundo, la intimidad, la creatividad, la sexualidad sensual y la espiritualidad femenina.