La comunidad médica está comenzando a ver a los pacientes como seres físicos que se renuevan constantemente. Nos estamos enterando de que el cuerpo es como un río de información y energía y que cada una de sus partes tiene una comunicación dinámica con todas las demás.
Aunque cada uno de nosotros es bombardeado diariamente por millones de estímulos, nuestro sistema nervioso central y los órganos de nuestros sentidos funcionan de tal manera que seleccionan y procesan solamente aquellos estímulos que refuerzan LO QUE YA CREEMOS DE NOSOTROS MISMOS. Por ejemplo, las mujeres que fueron maltratadas en su infancia suelen ser mucho más propensas a ser repetidamente maltratadas de adultas. Han sido condicionadas a ser maltratadas y les resulta difícil reconocer a las personas afectuosas y los ambientes de cariño.
Como adultos, nuestro sistema nervioso funciona para reforzar lo que experimentamos en nuestros primeros años a no ser que cambiemos conscientemente los efectos de esa programación Las semillas de muchas enfermedades posteriores se siembran en nuestra infancia y son abonadas regularmente por nuestras creencias y nuestros pensamientos que esperan que se repitan esas experiencias.
La ciencia de la conexión mente-cuerpo, o psiconeuroinmunología nos sirve para explicar cómo afectan al cuerpo las circunstancias de nuestra vida. La psico-neuroinmunología y las investigaciones relacionadas demuestran que los sutiles campos electromagnéticos de fuera y de dentro del cuerpo forman un vínculo importantísimo entre las heridas culturales, las que llamamos “psíquicas” y “emocionales” y los problemas ginecológicos u otros que tenemos las mujeres, los que llamamos “físicos”.
Muchas mujeres que han sobrevivido al abuso sexual en la infancia, por ejemplo, se divorcian de su cuerpo. Algunas se sienten en su cuerpo solo del cuello hacia arriba. Una paciente mía, que tenía continuos inicios de regla a destiempo me dijo: “No quiero ni pensar en nada de lo que tengo bajo la cintura. Odio esa parte de mi cuerpo; ojalá que desapareciera”. Esta fue una importante comprensión para ella, indicaba dónde necesitaba avanzar un paso hacia la sanación. Estos continuos goteos menstruales le llamaban la atención hacia una parte no reconocida de su cuerpo que necesitaba sanar. Una de mis socias a veces pide a sus pacientes que se dibujen a sí mismas. Una de ellas, que sufría de dolor crónico de pelvis, hizo su autorretrato sólo de la cintura para arriba. Mi socia le hizo ver que tal vez su pelvis quería atraer su atención mediante el dolor ya que no la tomaba en cuenta!
Si la ciencia de la conexión mente-cuerpo nos sirve para explicar cómo nuestras heridas emocionales y psíquicas se convierten en físicas también apoya nuestra capacidad para sanar de estos trastornos. Todo malestar, toda curación del malestar y toda creación de salud son al mismo tiempo físicos, psíquicos, emocionales y espirituales.
Extracto del libro “Cuerpo de Mujer, Sabiduría de Mujer” de la Dra Christiane Northup.
AVISO
Yo Soy Gaia®, sus publicaciones, documentos, productos y talleres son Marca Registrada y nuestra Propiedad Intelectual conforme a las Leyes Internacionales vigentes pero sobre todo son protegidas por la LEY DEL KARMA UNIVERSAL