Nuestra generación actual está disfrutando del promedio de vida más largo en la historia de la humanidad. Pero las mujeres de hoy no solamente estamos interesadas ​​en vivir más tiempo; queremos vivir mejor y esto significa, para las mujeres cíclicas, tener un ciclo menstrual sin dolor y sin pérdidas de energía drásticas cada mes.

Para las mujeres en peri-plenipausia y plenipausia (término preferido sobre el más conocido menopausia) esto implica adoptar la noción taoísta de disfrutar “juventud en la vejez”, objetivo que logran las mujeres taoístas famosas por vivir bien en cada etapa de la vida, adoptando todas las prácticas que les permiten mantenerse jóvenes, pero también llenas de energía a pesar de no contar con productos faciales rejuvenecedores o medios artificiales para preservar su juventud.

Las artes taoístas femeninas son cien por ciento naturales y deben iniciarse lo más pronto posible después de la menarquia (el día del primer sangrado menstrual) ya que es durante nuestra Luna que perdemos más del 30% de nuestra energía. Esto se puede apreciar cuando experimentamos dolores o calambres intensos, pérdida de sangre excesiva o altos nivel de estrés e irritabilidad cada mes.

Uno de los secretos que las mujeres taoístas descubrieron para evitar estos altibajos excesivos, antes, durante y después de la menopausia, es aprender a regular el flujo menstrual. Se sabe que la temida montaña rusa mensual de emociones incontrolables y la tensión física son causa importante del envejecimiento prematuro. Los cambios de humor aparentemente incontrolables y dolor recurrente indican que una gran cantidad de energía está literalmente “escapando” de nuestro cuerpo durante la menstruación. Asi que el primer paso hacia una vida sana y una plenipausia energética radiante es reducir esta pérdida energética realizando las prácticas taoístas que nos permiten compensar, equilibrar e incluso incrementar los niveles de energía (o Chi) existentes pre y post-menstruación y esto tiene un impacto beneficioso en nuestra estabilidad emocional.

El rejuvenecimiento y la salud natural taoístas femeninas incluyen algo más, el segundo paso es cultivar un nivel de libido sano, y este paso está inevitablemente ligado al primero, ya que depende del mismo como explico debajo.

Para armonizar nuestras menstruaciones, debemos aprender en un principio a sentir profundamente dónde habita nuestro Chi y hacia dónde fluye, incluso si ya se ha iniciado el camino hacia la plenipausia e incluso durante ella, esta sensibilización te permitirá encontrar el patrón de altibajos energéticos  cada mes. Es gracias a este proceso prioritario de sensibilización, localización y aceptación de cómo, cuándo y para qué nuestro Chi fluye de la manera que lo hace, promueve una libido poderosa y sana. Los hábitos y prácticas que van en contra de lo anterior debilitan la libido progresivamente, pudiendo observarse también un adelgazamiento del tejido genital, la fluctuación extrema de hormonas, los sofocos y demás.

El éxito en seguir tu energía femenina reside en hacer que sea una prioridad escuchar lo que tu cuerpo te pide. Muchas mujeres hacen exactamente lo contrario. Tratamo de encajar en los patrones de todos los demás y de superar el agotamiento tomando café u otros alimentos o bebidas energetizantes y en lugar de seguir la llamada del cuerpo, arrememetemos contra él y lo agredemos. Estas prácticas se convierten eventualmente en hábitos, acallando lo que nuestro cuerpo necesita día tras día, resultando en una irritabilidad crónica y un incremento en las molestias y calambres durante la menstruación. Lo que las mujeres taoístas sabían al respecto es que pasar años ignorando la atracción natural hacia el interior de nuestro cuerpo durante todo el ciclo menstrual, pero en particular durante la menstruación debilita la libido con el tiempo.

Descubrir, dar prioridad y aprender a gestionar la energía (y sobre todo la energía sexual) de manera consciente y responsable y a nuestro favor es lo que nos mantiene felices, sexy y jóvenes.

Te invito a descubrir tu cuerpo y el potencial en sus diversas energías. Nunca es tarde. Caminemos juntas.

Mayella Almazán-Arreola